miércoles, 27 de julio de 2011

Cuentos y Novelas de Poca Monta - El misterio de la lluvia

Cuando cae la noche, y llueve sobre Valdivia, el silencio se hace monótono y la obscuridad inmensa, Cuando Llueve sobre Valdivia, las casas se silencian, y se iluminan con el fuego de las estufas, cuando cae la noche se silencian las miradas y se hacen eternas las columnas de humo sobre los techos brillantes por el baño de la lluvia, lluvia que cae por el rostro de los que aun caminan por la calle, los que no pueden evadirla a pesar de llevar años con su modesto trabajo, aún no logran escapar de ella y de su continuo martirio en invierno.
Al caer la Noche la lluvia cae sobre Valdivia, dibujando ríos obscuros y plateados por las calles, por las calles que tantas y tantas veces recorremos y que nunca dejaríamos de recorrer si no es por un botín enorme en otra ciudad, un botín un trabajo, que nos haga desechar esta ciudad que nos maldice con su embrujo y que nunca podemos dejar, y que nunca queremos dejar. Sólo nos seduce el tibio resplandor de la estufa junto a los tuyos o disfrutando de la soledad, secando los ropajes y zapatos para el otro duro y arduo día de trabajo, en esta ciudad que atrapa, que hunde en años de no querer abandonarla, de insoportable embrujo, de hechizo permanente, de angustia por no ser lo suficientemente fuerte para dejarla, como a la amante prohibida, que todo nos otorga, que nos seduce continuamente, que sabe como provocarnos placer, el placer que no nos dan las ciudades mas formales que nos compran con prosperidad, esa amante que odiamos porque no logramos someter, pues es libre de abandonarnos  pero nosotros no logramos dejar de desear, ese deseo obsceno que nos obliga a volver. Vivir fuera de ella es como aguantar la respiración, se puede hacer y se puede ejercitar, pero no se logra por mucho tiempo, pues es una necesidad vital, volver a respirar, volver a vivir, volver a sentir Valdivia, sentir ese placer.-